Acto de contrición:

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío

Por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas

Me pesa de todo corazón haberos ofendido

Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar

Confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta

Amén.

Enunciar el misterio:

En cada decena:

 Pater Noster: “Oh Padre Celestial, no se haga mi voluntad sino la tuya

(1 vez)

Padre mío, lo que tú quieres eso lo quiero yo, lo que tú no quieres tampoco lo quiero yo (10 veces)

Oh Padre Celestial, si te es posible pase de mi este cáliz de amargura.

(1 vez)

Al final de las cinco decenas:

“Ave sangre de piedad, todo amor y caridad, por el costado abierto de Cristo, socórreme en esta gran necesidad” (3 veces)

Cinco (5) Padre nuestro en memoria de las 5 llagas de nuestro Señor Jesucristo

(pies-costado-cabeza-manos y clavículas ,espalda)

Oración de agradecimiento y otra por la propagación.

Esta corona fue enseñada por Ntro. Señor  Jesús a un alma escogida para alcanzar la Divina Misericordia ,la paz ,la conversión , preservara a los jóvenes de los  vicios, etc.

Al rezarla con fe y piedad y confianza se alcanza la salvación de un pecador, especialmente en la gran tribulación ya próxima.

Nota: Para los misioneros de la Divina Voluntad:  Al rezar esta corona, poner en práctica todo lo aprendido con las Doctrina de la Divina Voluntad de Luisa Piccarreta; invocando la Divina Voluntad para que venga a rezarla en nosotros, acompañando y consolando al Señor en la agonía en el huerto, en el eterno presente de Dios, haciéndola a nombre de todos, para implorar el triunfo de la Voluntad divina sobre la voluntad humana, y con la intención de que cada uno de nosotros avance en esta sublime vocación de ser almas que vivan en el Divino Querer y que aumenten estas vocaciones y las de almas amantes y victimas.